Poema del Mar acoge en sus instalaciones a Teresita, una raya que llegó al acuario con la cola amputada y que ya se recupera en el tanque principal, en el que comparte espacio con tiburones, chuchos y muchas otras especies. Este ejemplar, que fue entregado al equipo por un pescador, apenas tiene afectada su capacidad natatoria, pero ha perdido su medio de defensa. Normalmente, la causa de la pérdida de la cola tiene su origen en los propios pescadores, que se las cortan al capturarlas accidentalmente para evitar ser picados. Teresita es una raya de la especie Dasyatis centroura y tiene el dorso cubierto de tubérculos espinosos, especialmente en la línea mediodorsal y en la cola, que presenta una espina venenosa en la base.

Teresita, igual que el resto de rayas del acuario, se alimenta de todo tipo de pescado, aunque también de pota, gamba o mejillón. Se le prepara una dieta muy variada que incluye mazuri o alga espirulina, además de complementos alimenticios ricos en proteínas y vitaminas. Como curiosidad, también come ajo, que se utiliza como estimulante. Esta raya tiene preferencia por las zonas más oscuras del acuario, donde encuentra refugio, pero en ocasiones hace las delicias de los visitantes al recorrer todo el tanque principal con su particular manera de nadar, demostrando que, a pesar de su lesión, es capaz de desenvolverse con mucha soltura. Las rayas, como Teresita, tienen muy buena convivencia con las demás especies con las que comparten espacio en el acuario. Poema del Mar mantiene un firme compromiso con la conservación de la naturaleza acuática, por lo que la acogida y la exitosa recuperación y adaptación de Teresita no ha sido una acción aislada. El acuario lleva a cabo un programa de recuperación específico con tortugas, pero también acoge a cualquier especie que llegue a sus instalaciones con alguna lesión. Es común, por ejemplo, recibir congrios o rayas con anzuelos clavados – a estos animales se les desparasita y se tratan sus lesiones con antibióticos.